De Federico Garcia Lorca, el poema "Río Genil":
Las alamedas se van,
pero dejan su reflejo.
(¡Oh qué bello
momento)
Las alamedas se van,
pero nos dejan el viento.
El viento está amortajado
a lo largo, bajo el cielo.
(¡Oh qué triste
momento!)
Pero ha dejado flotando,
sobre los ríos, sus ecos.
El mundo de las luciérnagas
ha invadido mis recuerdos.
(¡Oh qué bello
momento!)
Y un corazón diminuto
me va brotando en los dedos.
miércoles, 3 de julio de 2013
Te envío
Te envío mi amor puro, mi amor
desinteresado,
mi amor con tiempo y a
destiempo,
te envío mi alegría, mis ganas de vivir,
mi locura, mi
cordura, mis delirios, mis sensateces
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