De Federico Garcia Lorca, el poema "Río Genil":
Las alamedas se van,
pero dejan su reflejo.
(¡Oh qué bello
momento)
Las alamedas se van,
pero nos dejan el viento.
El viento está amortajado
a lo largo, bajo el cielo.
(¡Oh qué triste
momento!)
Pero ha dejado flotando,
sobre los ríos, sus ecos.
El mundo de las luciérnagas
ha invadido mis recuerdos.
(¡Oh qué bello
momento!)
Y un corazón diminuto
me va brotando en los dedos.
domingo, 14 de julio de 2013
La gente en la vida
La gente en la vida no juega limpio pero eso no debe ser objeto de desánimo, pues nuestra manera de hacer es honesta y entregada, depositamos nuestro corazón en cada acción que llevamos a cabo.
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