Amanda, del latín "la que debe de ser amada"
Amanda vino a cenar.
Es Julio y la ciudad recuerda
vestigios de otras épocas,
pero esta noche es especial,
ella es diferente,
distinta y especial.
Nos trae vientos de otros mares,
historias
nunca escuchadas.
Su esbelta figura,
su sonrisa,
esa miel que hay en sus palabras,
soliloquios
del final del día.
De pronto,
me invade un sentimiento
embriagador,
es como una caricia a distancia
y no conozco
el aroma de su piel,
ni creo adivinar
el contorno de sus labios,
pero ahí está ella,
mágica,
maravillosa,
única.
Amanda no es Amanda
ResponderEliminares Amanda proyectada