Poema nocturno 2

Si quisiera construir los más hermosos versos,
no tendría más que dirigirte la mirada pues toda tú eres no
sólo un hermoso verso si no una oda completa a la belleza

Poema nocturno

Por tí recorrería montes, valles y cerros, vaguadas y colinas.
No faltarían esfuerzos por tenerte a la vera mía.
Mientras tanto, tú ya sabes cómo hacerlo, no eres de nadie, pues tú te perteneces

Déjame por un instante que te sueñe y que me acurruque así, con tu recuerdo que palpita, con tu presencia que añoro.

Tan bonita

Tan bonita que todos la quieren, se sabe deseada y ella juega a bailar entre espinos. 
Espinos que no la hieren porque ya no le pueden hacer nada.
Tan hermosa que dibuja la sonrisa con la mirada, terciopelo que abunda en las mañanas claras. 
Cuando la tarde se ensombrece y por los canalillos de la calle baja el agua, flor de azahar: perfume, preludio y melodía de la incipiente madrugada.

Érase una vez

Érase una vez una linda mujer cuya sonrisa era caramelo y sus ojos dos diamantes que brillaban con el color del azul del cielo
Érase una vez una ciudad con grandes avenidas y parques donde pasear la escasa humanidad a deshoras
Érase una vez un hombre con el corazón a la deriva y al que el azar le puso alguna que otra prueba como a cualquiera
Érase una vez un amor que culminó en maravilla aunque todos no leyeron el mismo guión, todos no asistieron a la misma película
Érase una vez un hombre con el corazón a la deriva que encontró un amor que culminó en maravilla por un linda mujer cuya sonrisa era caramelo y sus ojos dos diamantes que brillaban con el color del azul del cielo.
Pero como todos no leyeron el mismo guión ni asistieron a la misma película, aquel hombre paseaba su escasa humanidad a deshoras por los parques y las grandes avenidas de la ciudad.

Puse tu nombre en un árbol

Hoy por casualidad o por azar,
no sé si por un error mágico,
llegué al árbol donde coloqué
tiempo ha, tu nombre.
La verdad es que aún se aprecía
en letras gigantescas.
Alrededor de él,
un corazón lo cubre
y lo abraza.
Ahí queda intacto
y majestuoso.
Todavía te pienso
como en aquel entonces.

Siento nostalgia de tu
voz,
y de esa sonrisa
tuya.
No quiero entrar en demasía
en las razones que nos distanciaron.
Hay gentes que
cada día se afanan
en poner un ladrillo más
en ese muro, a priori, infranqueable.
Él y yo no éramos ni somos
compatibles, pero...
¿era o es eso estrictamente
necesario?
Para mí, no lo es tanto.
Cuando te evoco,
o te invoco,
él no está presente,
eres tú la reina
y nada más.

El sabio marinero

1) El sabio marinero indicó el cambio de ruta, a pesar de que entre su tripulación había una clara división de opiniones. Háganme caso, me lo agradecerán en el futuro, dijo con su clásico tono de lobo de mar, curtido en tormentas y mil batallas. Quizás la isla donde encontró aquel primer tesoro no era el mejor refugio...
2) El sabio marinero confundió a otros barcos e intentó con eso desviar su rumbo. Pero es complicado desviar completamente a un barco que se guía sólo por tu hermosura y tu brillantez.

Nadita te consienten

Nadita te consienten.
Ellos, los ilustres. .
Nadita te consienten.
Mientras, ellos, los ilustres
hacen y deshacen
y te crucifican
a tus espaldas
  a la vez que se inventan leyes
para arrinconarte.
Nadita te consienten
... pero tú eres roca
que resiste impasible
la embestida de las olas
del mar.
Nadita te permiten.
Ellos,  los incapaces

Me encuentro

Me encuentro bien entre los renglones y los versos de la ciudad oscura y fría
Hay lugares más al sur que también son oscuros y fríos y en los que los renglones y los versos salen más apretados
De aquéllos, echo de menos la geografía física más que la humana
No me malentiendan
Guardo algún afecto,
pero está en el extrarradio de mi vida cotidiana
ya que no forma parte del esqueleto, del nudo
de mi leit motiv
Me encuentro libre en los renglones y versos de la ciudad
impersonal,
salir a la calle sin ser visto
pasear por un parque
sin ser reconocido
por tres o cuatro personas importantísimas
de toda la vida, desde la infancia
Me encuentro y me hallo, todo a una vez,
y me dispongo a
comenzar el nuevo día,
reteniendo en la memoria
la geografía y el relieve
de la ciudad del sur
donde enhebré mis primeras agujas
para entrar de lleno, años más tarde,
en la megápolis
desde donde escribo
estos renglones y estos versos
con la lógica de la ciudad fría.

Si

Si el amor se convierte en excusa, en fina estratagema,
te diré: hoy te quiero más todavía,
y hete aquí que no hay dilema.
Si el amor se transforma en pesadilla, en estorbo, te diré:
Abramos otra botella, y démosle a esta copa de vino otro sorbo.
Si el amor se vuelve difícil de manejar,
te diré: No manejemos el amor, pues el amor nos maneja igual.
Me olvidé de los ingratos, de los crueles, abrázame, alma mía. Cuando no estás, me dueles.

Decorar la noche

Amor mío, me gustaría decorar la noche
con palabras llenas de ternura hacia tí.
Sé que es difícil poder manifestarte mi cariño
de alguna manera pero más complicado
todavía es no hacerlo.
Si pudiera, me fundiría contigo en un abrazo cósmico
que no sólo sirviera de deleite de los sentidos
sino de descanso del alma.
Algunos son culpables
y el único cargo que se les imputa es el de amar.

Las modas pasaron...

Las modas pasaron, el boom de la noticia terminó, pero todavía quedan los flashes de la alegría compartida, los anhelos de los besos que no se dieron, esta luz de primavera que me lleva a pensar en tí

Todos hieren

Todos hieren. Sí, es cierto.

Pero algunos más que otros, y algunos con mayor crueldad que otros.

Unos hieren por inercia, porque no saben actuar de otra manera,
porque se sienten atacados, porque su parcela no está a salvo
del invasor enemigo...

Otros hieren por cobardía, porque este impulso les da fuerza,
porque el oxígeno que tienen en sus pulmones
parece dióxido de carbono
sacado del tubo de escape
de un coche cualquiera.

Pregúntele al escorpión
por qué inyecta su veneno fulminante en su
antagonista,
pregúntele a la araña que
coloca su líquido defensivo a partir de sus tentáculos
en el cuerpo del rival.

Compréndalo,
el veneno es una cuestión de supervivencia,
un afán de conservación,
un egoísmo inherente a los seres vivos.

Nadie quiere quebrar los recuerdos ajenos

Nadie quiere quebrar los recuerdos ajenos,
ni siquiera aplastarlos como si fueran hojas
secas de otoño tardío.
Es más, los recuerdos se deben dejar así en su estantería
colocados y quitarles de vez en cuando el polvo de la desmemoria.
Lo que yo pretendo no es estropear la historia de otros
sino construir la mía propia y si es contigo, mucho mejor.

Oda a tu hermosura

Tu belleza no perece,
es más se fortalece con el paso del tiempo,
eres tan linda que podría describirte con palabras inexactas.
Tu hermosura, tu gesto delicado, tu voz dulce, tu verbo adecuado.
Eres vino suave para el paladar, eres brisa de primavera en la orilla del mar

Muchos dicen saber

Muchos dicen saber y pocos saben. 
Aunque mañana ocurriera un cataclismo,
aunque mañana fuera tu penúltimo día,
ten la conciencia tranquila porque muchos
dicen saber pero pocos saben lo que eres en realidad:
trozo de universo recogido y compacto, 
estructura volatil, islita en el aire.

En pocas palabras

Si tuviera que describirte en pocas palabras,
eres luz que me guía en el océano
de la desesperanza,
eres brillante faro
en la negrura de la noche
y farola que apenas
alumbra la madrugada.
Eres sonido de la mañana,
alondra
que canta,
ruiseñor
que silba,
viento que sopla y mueve
las ramas de los sauces,
a la vez que agita los álamos
con su constancia.
Eres alegría cotidiana,
motivo diverso,
espejismo en el desierto,
droga necesaria.

El amor no tiene un por qué

El amor no tiene un por qué. Un buen día llega a nuestra vida y se instala, se acomoda en nuestras estancias, forma parte de la arquitectura de nuestra casa. Desde ese momento, comienza a ser un inquilino más, un habitante más de nuestra morada. Construye puentes, consuela a los que no tienen consuelo, conforta y abraza. Pero, hay gentes que no lo tienen ni siquiera de vecino. Para ellos, el amor es un extraño, un desconocido en un andén de tren, un caballero con gabardina y periódico que se monta en un vagón y del que no se sabe su origen y su procedencia.

En este lunes frío

En este lunes frío de inciertas certezas y de amaneceres templados,
me animo y me levanto para continuar este camino de palabras no dichas,
de sonidos no pronunciados.
Todo ocurre por algo siempre pero déjame que te diga amor.
Porque así te siento cuando te veo y cuando no te veo,
te recuerdo, en mi mente eres reina.