De Federico Garcia Lorca, el poema "Río Genil":
Las alamedas se van,
pero dejan su reflejo.
(¡Oh qué bello
momento)
Las alamedas se van,
pero nos dejan el viento.
El viento está amortajado
a lo largo, bajo el cielo.
(¡Oh qué triste
momento!)
Pero ha dejado flotando,
sobre los ríos, sus ecos.
El mundo de las luciérnagas
ha invadido mis recuerdos.
(¡Oh qué bello
momento!)
Y un corazón diminuto
me va brotando en los dedos.
lunes, 22 de julio de 2013
Hay que liberarse del odio
Hay que liberarse del odio,
de la maldad, de todas las cosas que no nos
hacen felices
y entrar de frente y gustoso en la libre alegría del
presente como
decían los versos de Juan Ramón
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