De Federico Garcia Lorca, el poema "Río Genil": Las alamedas se van, pero dejan su reflejo. (¡Oh qué bello momento) Las alamedas se van, pero nos dejan el viento. El viento está amortajado a lo largo, bajo el cielo. (¡Oh qué triste momento!) Pero ha dejado flotando, sobre los ríos, sus ecos. El mundo de las luciérnagas ha invadido mis recuerdos. (¡Oh qué bello momento!) Y un corazón diminuto me va brotando en los dedos.
lunes, 8 de julio de 2013
Instantes mínimos
Por un instante, me encantaría sentarme a tu lado, juntos miraríamos cómo atardece, o cómo pasa el tiempo sin recurrir al cliché poético.
Aunque existen temas de conversación que son fórmulas establecidas de la oratoria y de la conversación y constituyen una virtud aprendida, hay otros clichés que sirven para rellenar el tiempo,
son piedras que conectan una orilla y otra de un río.
Por eso,
desearía construir instantes mínimos a tu lado,
de esos que en un sólo segundo son capaces de durar un milenio
en el recuerdo.
De esos que sin ser mínimos,
son máximos y son un espacio al que volver,
cuando nada ni nadie resuelve
el vacío
que deja ese hueco en el banco del parque, esa silla vacía que lleva tu nombre
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