De Federico Garcia Lorca, el poema "Río Genil":
Las alamedas se van,
pero dejan su reflejo.
(¡Oh qué bello
momento)
Las alamedas se van,
pero nos dejan el viento.
El viento está amortajado
a lo largo, bajo el cielo.
(¡Oh qué triste
momento!)
Pero ha dejado flotando,
sobre los ríos, sus ecos.
El mundo de las luciérnagas
ha invadido mis recuerdos.
(¡Oh qué bello
momento!)
Y un corazón diminuto
me va brotando en los dedos.
viernes, 26 de julio de 2013
Los senderos
Los senderos del odio sólo nos llevan a la destrucción personal.
Los senderos del amor nos construyen por dentro y nos alimentan,
son la
ruta y el itinerario necesarios para edificar al hombre nuevo
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