No todo elixir tiene un antídoto,
no toda enfermedad tiene curación.
Hay excepciones como para cada caso, vivir en ocasiones acarrea dolor.
Pero del sufrimiento se extraen grandes enseñanzas,
nos queda mucho por andar y es mejor a tu lado.
De Federico Garcia Lorca, el poema "Río Genil": Las alamedas se van, pero dejan su reflejo. (¡Oh qué bello momento) Las alamedas se van, pero nos dejan el viento. El viento está amortajado a lo largo, bajo el cielo. (¡Oh qué triste momento!) Pero ha dejado flotando, sobre los ríos, sus ecos. El mundo de las luciérnagas ha invadido mis recuerdos. (¡Oh qué bello momento!) Y un corazón diminuto me va brotando en los dedos.
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