domingo, 21 de julio de 2013

Silencio, no hay respuestas

Silencio, no hay respuestas y yo busco el rincón más cómodo de mi sala de espera.
De esa sala que ya conozco y que tiene un retrato tuyo y algún libro de poemas dedicado de algún poeta que no suelo leer.
Me desespero. Sé que es posible que no abras el correo a diario, pero no contestas y busco la calma y la paciencia en la poca paz que me queda
a estas alturas.
Quisiera hablarte sin tener que mirar a los cronómetros ni a los relojes de arena.
Desearía que el silencio en el que habitas por una vez se rompiera, y pudiéramos conversar sin tapujos sobre el sentimiento. 

En mi corazón sigues vigente, tan vigente como una primavera de antaño, como un mes de abril de grandes esperanzas.
Pero dices que para tí el amor es alimento frugal... 

O tal vez no lo dices y yo lo comprendo mal...
Mas yo te digo que para mí el amor es cosa seria, con la que no se ha de jugar.

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