De Federico Garcia Lorca, el poema "Río Genil":
Las alamedas se van,
pero dejan su reflejo.
(¡Oh qué bello
momento)
Las alamedas se van,
pero nos dejan el viento.
El viento está amortajado
a lo largo, bajo el cielo.
(¡Oh qué triste
momento!)
Pero ha dejado flotando,
sobre los ríos, sus ecos.
El mundo de las luciérnagas
ha invadido mis recuerdos.
(¡Oh qué bello
momento!)
Y un corazón diminuto
me va brotando en los dedos.
sábado, 1 de junio de 2013
Tal vez (2)
Tal vez me apresuro,
me precipito, tal vez.
Pero ésto responde al impulso, al sentimiento no calculado,
a la chispa de amor que me lleva al escribirte estas palabras.
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