De Federico Garcia Lorca, el poema "Río Genil":
Las alamedas se van,
pero dejan su reflejo.
(¡Oh qué bello
momento)
Las alamedas se van,
pero nos dejan el viento.
El viento está amortajado
a lo largo, bajo el cielo.
(¡Oh qué triste
momento!)
Pero ha dejado flotando,
sobre los ríos, sus ecos.
El mundo de las luciérnagas
ha invadido mis recuerdos.
(¡Oh qué bello
momento!)
Y un corazón diminuto
me va brotando en los dedos.
domingo, 23 de junio de 2013
No quiero cambiar tu rumbo
No quiero cambiar tu rumbo.
Sólo quiero susurrarte palabras de amor,
construir contigo frases sin pudor y
que el deseo fluya como lo hace el
agua del caudaloso río.
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