De Federico Garcia Lorca, el poema "Río Genil":
Las alamedas se van,
pero dejan su reflejo.
(¡Oh qué bello
momento)
Las alamedas se van,
pero nos dejan el viento.
El viento está amortajado
a lo largo, bajo el cielo.
(¡Oh qué triste
momento!)
Pero ha dejado flotando,
sobre los ríos, sus ecos.
El mundo de las luciérnagas
ha invadido mis recuerdos.
(¡Oh qué bello
momento!)
Y un corazón diminuto
me va brotando en los dedos.
domingo, 30 de junio de 2013
Ese laberinto que construye tu sonrisa
Si alabar tu belleza es una rutina,
uno de tantos lugares comunes,
prefiero repetirme en ese laberinto que construye tu sonrisa
No hay comentarios:
Publicar un comentario