domingo, 2 de junio de 2013

Qué haremos

Qué haremos cuando en nuestra vida
sólo nos quede
la función del espectador.
Asistiremos callados y gozosos
a los goles del equipo triunfador,
veremos en la televisión
la feria de San Isidro,
y hablaremos como si nos hubiéramos colocado
delante del toro, pobre animal.
Nos haremos parte integrante
del pensamiento único,
visitaremos con frecuencia
las catedrales del consumo.
Seremos usuarios del bipartidismo,
la ley del estraperlo,
nuestro axioma cotidiano.
Los vicios y los miedos a lo desconocido
poblarán nuestras sienes
sobre las que habrá caído
alguna que otra nevada.
Qué haremos cuando sólo podamos
ser testigos,
y andemos por esa pasarela
hasta el abismo de la nada.
En tal caso,
despojarnos
de la máscara
y del código de barras,
huir de las convenciones,
y ser un ave rara.
Pero no de esas
que se dedican
a encaramarse
a las encinas,
de esas que acumulan
en sus nidos
objetos metálicos,
anillos y latas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario