Recuerdo que vine a Madrid intentando atrapar la vida.
Tras unos años
aquí y de numerosas alegrías,
cuando te conocí se abrió otra esperanza.
Desde entonces, camino sin descanso,
desde entonces te pienso y te
nombro.
Unas veces en silencio, otras en voz alta.
No quiero insistir
pero estás a diario en mis pensamientos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario