De Federico Garcia Lorca, el poema "Río Genil":
Las alamedas se van,
pero dejan su reflejo.
(¡Oh qué bello
momento)
Las alamedas se van,
pero nos dejan el viento.
El viento está amortajado
a lo largo, bajo el cielo.
(¡Oh qué triste
momento!)
Pero ha dejado flotando,
sobre los ríos, sus ecos.
El mundo de las luciérnagas
ha invadido mis recuerdos.
(¡Oh qué bello
momento!)
Y un corazón diminuto
me va brotando en los dedos.
lunes, 3 de junio de 2013
Qué hacer
Qué hacer si yo te quiero,
si tu ausencia me duele,
si tu silencio es un país de hielo donde fueras la reina.
Sólo queda
continuar caminando.
Volverán
a divisarse otras alamedas y quizás
tengan tu nombre.
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