De Federico Garcia Lorca, el poema "Río Genil": Las alamedas se van, pero dejan su reflejo. (¡Oh qué bello momento) Las alamedas se van, pero nos dejan el viento. El viento está amortajado a lo largo, bajo el cielo. (¡Oh qué triste momento!) Pero ha dejado flotando, sobre los ríos, sus ecos. El mundo de las luciérnagas ha invadido mis recuerdos. (¡Oh qué bello momento!) Y un corazón diminuto me va brotando en los dedos.
lunes, 5 de agosto de 2013
Nosotros
Nosotros no somos economistas; somos a lo sumo pequeños contables de andar por casa. Nosotros no somos abogados; conocemos por lo menos y de refilón alguna ley. No somos entrenadores de futbol; pero damos lecciones magistrales en las barras de los bares sobre la táctica y la estrategia; a veces preferimos ponerlo en práctica en un campo. Nosotros no somos invencibles; pero tenemos algo mejor que es la voluntad inquebrantable de continuar hacia adelante. Nosotros no somos los dueños del mundo; y sin embargo nos plegamos a diario a los dictados de las fábricas de la información de la moral dominante. Nosotros no somos empresarios; pero en el tajo les hablamos a nuestros iguales como si fuéramos el íntimo amigo del más alto cargo de la compañía. Nosotros no somos mercancía; pero los gobiernos se dedican a comerciar con las vidas de las gentes, las compañías hacen uso de la clientela global. Nosotros no somos esclavos; pero el mundo del trabajo nos esclaviza cada día más y dichoso aquel que puede jubilarse honrosamente.
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