De Federico Garcia Lorca, el poema "Río Genil": Las alamedas se van, pero dejan su reflejo. (¡Oh qué bello momento) Las alamedas se van, pero nos dejan el viento. El viento está amortajado a lo largo, bajo el cielo. (¡Oh qué triste momento!) Pero ha dejado flotando, sobre los ríos, sus ecos. El mundo de las luciérnagas ha invadido mis recuerdos. (¡Oh qué bello momento!) Y un corazón diminuto me va brotando en los dedos.
jueves, 1 de agosto de 2013
Los itinerarios del amor
Uno entiende que cada amor tiene sus itinerarios y lo respeta. Los recuerdos, los caminos andados, las puestas de sol, los amaneceres... Uno entiende que cada amor tiene algo de morada, de refugio, en el que uno se acomoda, y cuesta desacomodarse. También uno comprende que el amor un día viene a nuestra vida y nos ilumina con su novedad, su pasión y su torrente de energía. No es la cómoda morada ni aquel recuerdo compartido, es comienzo de otra memoria, es amor.
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