viernes, 2 de agosto de 2013

Los amores profundos

Noche de verano, se oculta el sol, y la ciudad se cubre de un manto color azabache. Sobre los tejados de los edificios, sobre las azoteas, más allá de los últimos puentes que diviso, se observa la Luna, reina del cielo y majestad de las alturas. De madrugada, es un faro que guía a los barcos nocturnos. Es centinela luminosa de las almas que sienten los amores profundos

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