De Federico Garcia Lorca, el poema "Río Genil": Las alamedas se van, pero dejan su reflejo. (¡Oh qué bello momento) Las alamedas se van, pero nos dejan el viento. El viento está amortajado a lo largo, bajo el cielo. (¡Oh qué triste momento!) Pero ha dejado flotando, sobre los ríos, sus ecos. El mundo de las luciérnagas ha invadido mis recuerdos. (¡Oh qué bello momento!) Y un corazón diminuto me va brotando en los dedos.
jueves, 8 de agosto de 2013
Hablas de otro tiempo
Hablas de otro tiempo lejano cuando el trigo verde comenzaba a madurar en los campos. El ave volaba sobre ellos, y aprendía lentamente sobre el terreno pero aprendía. Se decía a sí misma que el silencio era una red compuesta de pequeños ruidos pero que no había más bella melodía para el crecimient o propio.
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