Tú no eres para mí ese capricho cotidiano salido del deseo sin control. Eres para mí emoción profunda, aire que alivia, luz que sana, miel sin escarcha, acorde que llena la estancia y que construye la melodía.
Es esta música que tiene su origen en la melodía la que está compuesta de acordes, la que determina el ambiente de este lugar cálido y con escasa sombra.
Las notas se alternan y seducen a la atmósfera que nos rodea.
La belleza mínima de este instante lo confirma.
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