De Federico Garcia Lorca, el poema "Río Genil":
Las alamedas se van,
pero dejan su reflejo.
(¡Oh qué bello
momento)
Las alamedas se van,
pero nos dejan el viento.
El viento está amortajado
a lo largo, bajo el cielo.
(¡Oh qué triste
momento!)
Pero ha dejado flotando,
sobre los ríos, sus ecos.
El mundo de las luciérnagas
ha invadido mis recuerdos.
(¡Oh qué bello
momento!)
Y un corazón diminuto
me va brotando en los dedos.
lunes, 8 de abril de 2013
Tal vez
Tal vez olvidé la aritmética y comencé a soñar. Lo mejor de todo
es que lo continúo haciendo a sabiendas de que sueño
despierto y tu voz construye el guión de las horas venideras.
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