Diez años no son nada
cuando el vacío que
dejaste sigue siendo
tan grande.
La muerte no es sólo
una
pasarela al abismo, a la nada,
en tu caso fue también
una
liberación.
Pudiste respirar
aliviada aunque en la última
época
lo hacías a duras penas...
Dijiste adiós a este mundo miserable,
y
en él se quedaron los miserables,
los que no lo son tanto y
tú te llevaste tus carencias
al más allá y dejaste
algún poso
de tu grandeza
en el más acá.
Es triste no saberte aquí
pero más triste habría sido
que continuaras
en este desierto
interminable
sin salud.
Por siempre, descanse en paz.
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