La vida no espera
mientras dices que no tienes tiempo
para el amor.
Para amar siempre debería haber
una colección de instantes,
una pasarela de momentos.
Las palabras que se antojan vacías
y suenan huecas en su significado
se transforman
en otras que
están repletas
de color
cuando te evocan,
aunque tú continúes
la senda de los que se alejan.
Es posible que mis ojos
no vean más allá,
y tenga una mirada enfocada
en el corto plazo.
Es tal vez porque mis
brazos están impacientes
por abrazarte,
porque mi boca
está presurosa
por llamarte, amor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario