De Federico Garcia Lorca, el poema "Río Genil":
Las alamedas se van,
pero dejan su reflejo.
(¡Oh qué bello
momento)
Las alamedas se van,
pero nos dejan el viento.
El viento está amortajado
a lo largo, bajo el cielo.
(¡Oh qué triste
momento!)
Pero ha dejado flotando,
sobre los ríos, sus ecos.
El mundo de las luciérnagas
ha invadido mis recuerdos.
(¡Oh qué bello
momento!)
Y un corazón diminuto
me va brotando en los dedos.
sábado, 11 de mayo de 2013
Quién te recordará, soldadito
Quién te recordará, soldadito. Quién recordará tu obra chiquita. Los que la recuerden, tal vez la olviden, porque somos viento, créeme, somos viento.
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