La sociedad de moral y costumbres muestra su veredicto.
El jefe de
turno, el brazo ejecutor lo hace saber: No está bien visto que un hombre
casado
busque el amor de manera abierta.
Pero el amor, responde el
hombre casado,
no es mercancía, no es un producto con etiqueta.
Todos
pierden si no está presente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario