Si el amor se convierte en excusa, en fina estratagema,
te diré:
hoy te quiero más todavía,
y hete aquí que no hay dilema.
Si el amor se
transforma en pesadilla, en estorbo, te diré:
Abramos otra botella, y
démosle a esta copa de vino otro sorbo.
Si el amor se vuelve difícil de
manejar,
te diré: No manejemos el amor, pues el amor nos maneja igual.
Me olvidé de los ingratos, de los crueles, abrázame, alma mía. Cuando no
estás, me dueles.
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