1) El sabio marinero indicó el cambio de ruta, a
pesar de que entre su tripulación había una clara división de opiniones.
Háganme caso, me lo agradecerán en el futuro, dijo con su clásico tono
de lobo de mar, curtido en tormentas y mil batallas. Quizás la isla
donde encontró aquel primer tesoro no era el mejor refugio...
2) El sabio marinero confundió a otros barcos e intentó con eso desviar su rumbo. Pero es complicado desviar completamente a un barco que se guía sólo por tu hermosura y tu brillantez.
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