Hoy me levanté contrariado y enrarecido
como el aire que se levanta en los rincones de la ciudad
en esta estación de tiempo inclemente.
Hoy me desperté y las certezas
eran más ciertas, las dudas eran más inciertas.
Hoy alcé el rumbo como lo hago de
manera habitual, levanté las alas
e intenté volar ni muy alto ni muy bajo,
aunque comprobé que la equidistancia
es complicada de encontrar: el punto medio, una simple quimera.
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