lunes, 14 de enero de 2013

Ellos, los razonables

Ellos dictan las normas, ellos marcan el tiempo, ellos deciden cuándo y dónde. Ellos, los razonables​...

Los razonables se esmeran
en que nada se les escape,
trazan itinerarios, rutas,
y coleccionan cuadernos de bitácora.

Los razonables
dicen ser prácticos.
En ese pragmatismo
juntan simplicidad,
minimalismo,
algunas gotas
de puro egoísmo
y un gran individualismo.

Hablan del bien común,
pero malinterpretan
el adjetivo,
en su vocabulario común
significa propio.

Ellos son los árbitros, los jueces, los procuradores, los gestores, y los verdugos, si ello fuera necesario...

Los razonables olvidan,
porque les sale más rentable,
no pierden el tiempo
y no se obstinan.

Los razonables viven
en esa simetría emocional
llamada equidistancia.


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