De Federico Garcia Lorca, el poema "Río Genil": Las alamedas se van, pero dejan su reflejo. (¡Oh qué bello momento) Las alamedas se van, pero nos dejan el viento. El viento está amortajado a lo largo, bajo el cielo. (¡Oh qué triste momento!) Pero ha dejado flotando, sobre los ríos, sus ecos. El mundo de las luciérnagas ha invadido mis recuerdos. (¡Oh qué bello momento!) Y un corazón diminuto me va brotando en los dedos.
miércoles, 16 de enero de 2013
el jefe de una tribu de África
Dicen que hubo una vez en que el jefe de una
tribu del África se atrevió a legislar. Comenzó a dictar normas pero se
le olvidó empezar a dictar las excepciones. Visto que él no las cumplía,
comenzó a abundar una especie de desobediencia popular y una noche un
conjunto de individuos armados con lanzas entró en su choza y lo sacaron
sin ropas al lugar donde la gente se reunía en la aldea. Allí le preguntaron:
"¿Por qué te atreves a dictar normas sin cumplirlas?" Y él contestó:
"Uno propone la ruta pero no el camino" A lo que todos contestaron al
unísono: "Si no eres capaz de entender la ruta, difícilmente serás capaz
de construir el camino". A partir de aquel día, ruta y camino fueron de
la mano en aquella aldea y las decisiones se tomaron por el voto de la
mayoría.
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